Recuerda Enesida García Suárez, al inicio de su relato, que sólo habían pasado seis meses desde la caída del Frente Norte hasta el asesinato de trece personas en el valle de Tiraña (Llaviana). Era abril de 1938 y todas ellas acabaron en una fosa común en el cementerio de san Pedro. Hasta cuarenta años después no pudo encontrar las palabras para escribir su historia. Palabras llenas de dolor, de rabia, pero también de reivindicación de la memoria. Palabras que no llenaban un vacío porque, a diferencia de otras fosas, de otras muertas, las de Tiraña siempre estuvieron en la memoria colectiva del pueblo

IVÁN PRADO, portavoz de PALLASOS EN REBELDÍA que vendrá a hablarnos del Festiclown y Palestina y la intervención en lugares como el Sáhara y los campos de refugiados en Grecia. Un lujazo. Compartiremos con él un “picoteo” de “traje”. Animaros.

Viernes 4 de mayo, a las 7, charla presentación del libro “Una vida dentro de otra vida” (escritos y fotos) de Joanna (Asia) y Néstor. Relato de un viaje “media luna” en bici por media península ibérica. Muy interesante lo que cuentan y como lo hacen.

Y el jueves 3, a las 20:30, la charla coloquio con IVÁN PRADO, portavoz de PALLASOS EN REBELDÍA que vendrá a hablarnos del Festiclown y Palestina y la intervención en lugares como el Sáhara y los campos de refugiados en Grecia. Un lujazo. Compartiremos con él un “picoteo” de “traje”.

Uxío Otero, profesor en la Escuela de Silvicultura de Tineo, nos mostrará como hacer trampas contra la vespa velutina o avispón asiático, especie invasora con la que hemos de convivir pero a la que también debemos controlar, pues, no tiene ningún enemigo natural en el territorio. La mejor forma es atraparla, sobre todo en primavera, cuando comienza la reproducción.
Imprescindible traigáis botellas de plástico de 1,5 l y cuter.

El grito desgarrador de una persona atrapada en un cuerpo y en una mente que no entiende lo que le está ocurriendo, que no sabe por qué está sufriendo cada vez que se mira en un espejo, cada vez que se toca. Una persona atrapada en el miedo a lo que pueda pensar de ella una sociedad que se define como “avanzada” y que abandera la libertad de expresión como máxima pero que, en realidad, juzga y somete bajo su concepto de “normalidad” lo que debiera ser “normal” para todo el mundo.

El Decrecimiento no es lo mismo que decrecimiento. Sí, el decrecimiento en minúscula es el hecho de decrecer, de algo ir a menos, y eso ya está ocurriendo en nuestras economías y otros aspectos de la nuestra sociedad y del nuestro modo de vida, así como con los recursos materiales y energéticos desde el comienzo de esta crisis terminal (Solé y Sardá 2016; también Ramón Fernández Durán “Colapso del capitalismo global y civilizatorio” 2014). El Decrecimiento, con mayúscula, es otra cosa: es una palabra-obús. Es una propuesta provocadora que busca responder audazmente a un absurdo: querer crecer indefinidamente en un planeta finito. Es un sacrilegio contra la fe dominante en el mundo moderno: la religión del progreso perpetuo y su credo tecnólatra.

Después de haber buceado en nuestros miedos, teníamos ganas de un número más alegre y disfrutón. Decidimos entonces abordar las sexualidades –en plural, porque, como nosotras, son diversas– intentando dejar a un lado sus sombras y centrándonos más en el placer, el goce, el erotismo; reivindicando unas relaciones basadas en el consentimiento, el diálogo y el respeto. Pero, las sombras se han negado a irse y, una vez que nos ponemos a darle vueltas a la sexualidad, aparecen, una y otra vez. Hay ganas de hablar, aunque también asusta. A quién no le cuesta desnudarse si no hay intimidad, confianza, seguridad… Hablar de sexualidades es abrir una caja de pandora, que nos trae placeres y dolores, y nos enseña que también en esto tenemos que acompañarnos, con cuidado, para aprender juntxs.